Depósitos Bancarios
Elige un buen Depósito Bancario gracias a nuestro comparador
¿Qué pasa cuando tenemos dinero propio y no sabemos qué hacer con él? Pues que tenemos dos ‘opciones: esconderlo debajo del colchón de nuestra cama o ingresarlo en el banco pero, ¿Ingresarlo cómo, cuándo y con qué condiciones?
En este sentido, podemos encontrar diversos tipos de depósitos en el mercado y nosotros hemos escogido estos para tí.
¿En busca de un Depósito Bancario?
Los bancos son una de las empresas que más preguntas y desconfianza despierta en la población, ya sea por la letra pequeña que existe en los contratos que debemos firmar para todo, por la rapidez con la que nos explican todo, por los pocos conocimientos que existen acerca de las políticas económicas que rigen nuestros ingresos, etc.
Es por ello que nunca está de más tener conocimientos básicos acerca de conceptos como, por ejemplo, los depósitos bancarios, ya que se tratan de un producto muy utilizado por los bancos y que podemos utilizar a nuestro favor y no somos conscientes de todas las ventajas que nos pueden ofrecer y, obviamente, a veces hay que ser más listos que el resto e ir un poco por adelante para saber qué es lo que más nos puede beneficiar antes de que nos lo ofrezcan o, si no nos lo ofrecen, pedirlo nosotros y nosotras.
Una cuenta de depósitos a menudo suele confundirse con una cuenta remunerada. Aunque el nombre pudiera parecerse y algunas de las tasas de interés también, existe una diferencia considerable entre ambas cuentas. Mientras en la remunerada el dinero siempre está a disposición del cliente, sin ningún tipo de trabas, en las cuentas de depósitos existe un plazo determinado durante el cual la persona que contrató esta cuenta no puede movilizar su dinero. De lo contrario, pagará una cantidad de dinero por concepto de multa.
¿Qué son realmente los Depósitos Bancarios?
Estos depósitos bancarios de los que siempre escuchamos hablar consisten en una cantidad de dinero que tú decides colocar, de manera consentida, en las instituciones bancarias, es decir, les das el permiso de hacer con una cierta cantidad de dinero lo que ellos crean que es beneficioso para ti y tus necesidades u objetivos con esa cuenta o dinero depositado en ellos.
Estos depósitos se realizan a cuentas de ahorro, cuentas corrientes y cuentas de mercado. El titular de esta cuenta, que en este caso sería usted, tendría el derecho de retirar los fondos depositados, en el momento y la manera que estableciese el contrato que se hubiese firmado a priori, antes de abrir la cuenta, con unos términos y condiciones determinadas que regirán la relación entre banco y titular.
El depósito en sí, es una deuda contraída por el banco hacia el titular, es decir, al entregarle el título legal a la caja o banco del depósito y convertirse en un activo del mismo, la cuenta pasa a ser un pasivo para el banco, por lo que si en algún movimiento del mismo el dinero del titular se pierde, el banco deberá reponerlo con sus propios fondos.
Existen varios tipos de lo conocido como “cuentas de depósito”, incluyendo cuentas corrientes, cuentas de ahorro, cuentas de depósito de llamadas, cuentas del mercado monetario y certificados de depósito (CD).
¿Por qué elegir un depósito y no otro instrumento financiero para el ahorro?
Es una de las preguntas más frecuentes que se suelen hacer en estos casos. Bien es sabido que las cuentas de depósitos no suelen llamar la atención por el alto interés que ofrecen, y es aquí donde entran las preguntas y las opciones alternativas. Sin embargo, las cuentas de depósitos logran destacar por la seguridad que ofrecen. Y es que, en el caso de España, su dinero no sólo genera ganancias cada determinado tiempo, sino que también está protegido por el Fondo de Garantías de Depósitos, como adelantamos en párrafos anteriores. Además, cuenta con la confianza de que es una entidad respetable (el banco) la que ejecuta las transacciones para buscar la ganancia de sus clientes.
Antes de decantarse por un tipo de depósitos, conviene analizar cada uno de los criterios y determinantes de su contrato con el banco. Inicialmente, analizar lo referido a los plazos y a las multas en caso de querer retirar el dinero antes del tiempo. Finalmente, debe saber que lo más sano es contratar depósitos sólo cuando la tasa de interés ofrecida esté por encima de la inflación. De lo contrario, se estarán generando –irremediablemente- pérdidas al mediano y largo plazo.
Tipos de Depósitos Bancarios
Las cuentas de depósitos son utilizadas para ahorrar dinero y ganar un interés porcentual durante el plazo pactado con el banco. Son un instrumento financiero y de inversión para personas con gran capital y poca tolerancia al riesgo.
Como adicional, afirmar que el Fondo de Garantías de Depósitos en España asegura hasta 100.000 euros de capital por persona en caso de que la entidad bancaria incurra en mala gestión. Por ello, la seguridad y la confianza en este tipo de instrumentos financieros le hacen tan popular.
Depósitos a Plazo fijo
Se trata del conocido como “depósito de tiempo”. Es una cuenta de depósito del banco donde los intereses tienen una fecha especificada como una cuenta de ahorros o un certificado de depósito (CD).
Los fondos de estas cuentas deben ser hechos por un plazo fijo e incluir el entendimiento, por parte del titular de la cuenta, de que si quiere retirar los fondos antes de la fecha indicada, debe realizar un aviso con 30 días de antelación, cosa que estará especificada en el contrato que se firmará antes de realizar la apertura del depósito.
Los depósitos a plazo suelen ser los más habituales dentro de este género de instrumentos financieros para el ahorro, y, además, son los más ofrecidos por las entidades bancarias en este renglón. No destacan por el interés ofrecido, sino –principalmente- por la seguridad excesiva que tendrán sus fondos durante la vigencia de este instrumento.
La principal característica es que sabrá de antemano cuáles serán las tasas de interés y podrá negociar el plazo durante el que su dinero estará en este tipo de depósito. Los plazos pueden variar e ir desde un mes hasta 36 meses o más.
Lo importante en este sentido es que nunca su dinero estará en riesgo en los depósitos a plazo. Por eso, si cuenta con un gran capital y no tiene tiempo ni conocimientos técnicos para invertir por cuenta propia, los depósitos a plazo pueden ser una gran oportunidad.
Los depósitos a plazo no representan el instrumento financiero más conveniente si sabe de antemano que no podrá dejar su dinero inmovilizado durante un gran lapso de tiempo.
Depósitos a interés variable
A diferencia de los depósitos a plazo, los depósitos de interés variable tienen únicamente una diferencia: la tasa de interés que ofrece el banco.
Por eso, al suscribirse a un depósito de interés variable su entidad bancaria le ofrecerá una tasa de interés fija que es en realidad un porcentaje por encima de la tasa de Euribor. Así, si eligió recibir las ganancias de su depósito cada mes, el banco otorgará las ganancias de acuerdo al índice Euribor de ese mes. En el caso de que haya decidido recibir el pago de sus ganancias como único pago tras 36 meses, por ejemplo, el banco pagará dependiendo de la tasa Euribor que esté vigente al mes final de su depósito.
Depósitos estructurados
Al día de hoy, los depósitos a plazo no suelen tener tanto protagonismo en cuanto a las opciones financieras de cualquier persona. Pero, en casos de incertidumbre económica pueden ser la única alternativa viable para generar ganancias cuando no se tienen otras opciones claras. Es allí cuando entra el concepto de depósitos estructurados.
Este tipo de depósitos funcionan en una combinación de los depósitos a plazo de toda la vida con los de interés variable. Pero, a diferencia de los variables que funciona con Euribor, estos funcionan con una cesta de activos más nutrida. Como consecuencia, y según el comportamiento del mercado, las ganancias pueden ser escandalosamente mayores, pero el riesgo también es superior.
Como dato adicional, y no menos importante, los depósitos estructurados sólo están salvaguardados en el Fondo de Garantías de Depósitos por el monto que se suscribe en el depósito a plazo fijo común. El monto que funciona de acuerdo a la fluctuación de la bolsa de valores no está protegido por el FGD, lo que supone un riesgo más elevado.
Otros tipos de Depósitos Bancarios menos conocidos
Parece que sólo existen 3 tipos de depósitos bancarios pero hay más posibilidades al respecto. Son depósitos menos conocidos pero no por ello menos importanes. Aquí os los detallamos.
Cuenta de depósito actual
Una cuenta corriente básica en la cual los consumidores depositan el dinero que pueden retirar según su demanda personal. Estas cuentas suelen generar unos gastos por mantenimiento de la cuenta y su tarjeta, cuotas a las que el banco puede renunciar si el titular de la misma cumple con otros requisitos como, por ejemplo, crear un depósito directo o hacer un cierto número de transferencias mensuales a una cuenta de ahorros.
Depósito con tasa de interés
En este caso, este depósito tiene una tasa de interés que es pagada por las instituciones financieras para que los titulares de las cuentas depositen el dinero. Este tipo de depósitos incluyen los certificados de depósitos, las cuentas de ahorros y las cuentas de jubilación de depósito auto-dirigidos.
Una cuenta de depósito “llamada”
Este tipo de cuenta de depósito “llamada”, es una cuenta bancaria para los fondos de inversión que ofrece las ventajas tanto de una cuenta de ahorros como de una cuenta corriente básica. Al igual que una cuenta corriente, esta cuenta de depósito “llamada” proporciona acceso instantáneo a los fondos y permite un número ilimitado de retiros y depósitos. El depósito de llamada también proporciona los beneficios de una cuenta de ahorros a la hora de la acumulación de intereses para la cantidad que se queda en la cuenta y no disponemos de ella.
Depósitos de transacción
Estamos ante un depósito que se encuentra en un banco que tiene una liquidez inmediata y total, sin retrasos o tiempos de espera por lo que puede hacernos una transacción sin ningún tipo de problema. Este tipo de depósito se utiliza como instrumento de efectivo, para realizar pagos electrónicos autorizados por nuestro banco, etc. Son depósitos que nuestro banco debe tener presentes y con saldo constante, a diferencia de los depósitos a plazo o cuentas de ahorros, que tienen limitaciones mensuales, puesto que puedes querer o necesitar una transacción en cualquier momento y a cualquier hora.
Depósito intermediado
Podemos definirlo como un depósito bancario de gran denominación, ya que es un depósito que se vende por un banco a una casa de valores y que, los beneficios adquiridos, se dividen en trozos más pequeños para la venta a sus clientes. Estos beneficios son vendidos a través de la captación tradicional, tales como depósitos en cuentas corrientes, cuentas de ahorros o certificados de depósitos que realicen personas físicas, convirtiéndose en los otros componentes claves de los depósitos de un banco.
Depósitos en tránsito
Este tipo de depósito en tránsito tienen lugar cuando, por ejemplo, el sueldo de un trabajador ha sido depositado por parte de la empresa en nuestro banco, pero aún no ha sido procesado y, por lo tanto, no ha sido enviado a nuestra cuenta corriente. En la contabilidad financiera, estos depósitos se reflejan en el saldo de caja de la compañía en el día en el que se recibe el depósito aunque el titular de la cuenta no pueda disponer de él ese mismo día y, a pesar de que el banco puede tardar varios días para procesar el depósito y realizar el ingreso al titular.
Depósitos de “citas futuras”
Se acredita en nuestro banco una cuenta bancaria en la que podremos a disposición del banco un depósito con una fecha posterior a la que estamos realizando la apertura del depósito. Este trámite se realiza de manera electrónica, con el permiso del titular y, posteriormente, a la hora de realizar el depósito, sólo es necesario dar la información de la cuenta para hacerlo.
En este depósito sólo se podrán realizar depósitos y autorizar al pago de facturas en determinadas fechas “futuras”, de ahí su nombre. No es un depósito del que podamos retirar dinero a nuestro antojo, sólo servirá para domiciliar gastos y depositar dinero para hacer frente a esas deudas. Es un tipo de depósito que puede cumplir con las funciones de cuenta de ahorro, ya que podemos depositar dinero y olvidarnos de que está ahí para poder realizar nuestro presupuesto sin contar con las deudas.