Cuentas Bancarias
Cuentas bancarias sin comisiones - Cuentas nómina, Cuentas de ahorro y Cuentas remuneradas
En la actualidad, tener una cuenta bancaria está dentro de las prioridades de toda persona. No importa el entorno en el que se desenvuelva ni sus aspiraciones a corto plazo.
Aunque existe un funcionamiento similar entre los diferentes tipos de cuentas bancarias, también existen diferencias sustanciales para optar por una o por otra, elección que dependerá exclusivamente de cuáles sean sus intenciones de uso para la cuenta. Gracias a la comparación de información online esta decisión es mucho menos trabajosa. Encuentra tu Cuenta Bancaria en cuestión de minutos.
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Cuando tenemos nuestro primer trabajo, conseguimos ahorrar lo suficiente como para que no quepa más en nuestra hucha , cuando nos dan una beca y necesitamos depositarla en algún sitio ya que las instituciones del Gobierno no nos la dan en mano ni en efectivo,… es el momento de preguntarnos: ¿Qué hacemos con nuestro dinero? ¿Lo escondemos en el congelador? ¿Lo depositamos en un banco? Y si lo depositamos en un banco... ¿En qué producto del banco lo hacemos?
Dependiendo de la persona con la que hablemos, de sus experiencias con un banco o con otro, nos recomendarán un producto u otro, pero seguramente todos estén relacionados con las cuentas bancarias, ya que es la mejor manera de depositar dinero en nuestro banco y disponer de él de manera segura y saber que, sin ninguna duda, está más a salvo que debajo de nuestra cama o dentro de nuestro congelador.
Hoy por hoy, se han convertido en algo indispensables para nuestra relación con las empresas financieras, por lo que la gran mayoría sabemos lo que son o, por lo menos, tenemos una idea a gran escala de sus funciones y características, siendo también importante tener claras sus aspectos más relevantes para poder elegir la cuenta bancaria que mejor se adapte a nuestra vida y poder sacarle el partido que nuestro dinero se merece.
Estrictamente, ¿qué es una Cuenta Bancaria?
Una cuenta bancaria, comúnmente conocida como una cuenta corriente o libreta de ahorro, podemos definirla como el depósito que realizamos en un banco o empresa financiera con el fin de tenerlo a buen recaudo y poder tener un acceso fácil y cómodo a él de manera habitual, pudiendo realizar cualquier tipo de operación con nuestro dinero a través de una tarjeta de débito o nuestra libreta.
Las cuentas bancarias más utilizadas son aquellas denominadas “a la vista”, es decir, los depósitos siempre están a la vista y se pueden disponer de ellos cuando y de la manera que queramos, ya que no se trata de una cuenta de ahorros, por lo que nuestra entidad bancaria debe velar para que nuestros depósitos estén siempre disponibles.
¿Te imaginas que tu banco de toda la vida quebrará con, por ejemplo, tu último sueldo en tu cuenta bancaria? No te preocupes, los depósitos que realices en tu cuenta bancaria están garantizados por un fondo llamado “Garantía de Depósitos” hasta llegar a los cien mil euros, por lo que todos tus depósitos estarían a salvo aunque tu banco quebrara y te serían devueltos en su totalidad.
Las características generales de una cuenta bancaria
Nos podemos encontrar con varios tipos de cuentas bancarias, con sus características específicas y que atienden a términos y condiciones determinadas según la entidad bancaria, nuestros depósitos, los movimientos que realicemos, el contrato de productos adicionales, etc., pero todas ellas siguen un patrón de características generales que deben cumplir y cubrir lo que estamos buscando:
Si queremos poder realizar todas las operaciones bancarias, como por ejemplo, recibir transferencias de otra cuenta, domiciliar pagos de recibos o gastos de nuestra economía familiar o personal, etc., las cuentas bancarias nos permiten hacerlo de una manera rápida y cómoda.
Tener la oportunidad de poder domiciliar nuestra nómina y no tener la necesidad de tener que ir con cheques de una entidad bancaria a otra para cobrarlos, ya que directamente nos ingresarán nuestro sueldo y podremos disfrutarlo y retirarlo con nuestra tarjeta o libreta.
Podemos contratar dos tipos de tarjetas y asociarlas a nuestra cuenta bancaria. Estos tipos de tarjetas son: tarjeta de débito (sólo podemos disponer del dinero que depositemos en la cuenta bancaria asociada a esa cuenta) o tarjeta de crédito (podremos abrir una línea de crédito asociada a esa cuenta bancaria y convertirla en un producto del banco distinto con otro tipo de pros y contras para nosotros y nosotras que tendremos que negociar y contratar con nuestra entidad bancaria).
Por último, la mejor característica que nos aportan las cuentas bancarias es la oportunidad que nos da de seguir todos los movimientos que se realizan en nuestra cuenta, es decir, mediante extractos que podemos obtener mediante cajeros automáticos o en la propia entidad bancaria, podemos seguir fácilmente los ingresos y gastos que realizamos con nuestra cuenta bancaria.
¿Qué tipo de Cuenta Bancaria es mejor elegir?
Como en casi todo, dependerá de tu caso particular. Si tienes un contrato o trabajas por cuenta ajena, es posible que tengas un pago recurrente pero no tengas una cuenta bancaria abierta por tu empresa o empleador. En este caso, lo más sano y normal es abrir una cuenta nómina. Algunas entidades financieras necesitan que dispongas de al menos 6 meses el pago normal de tu salario para comenzar a ofrecer todos los beneficios asociados al rendimiento, a promociones y ofertas de créditos. Pero, si puedes hacerlo, debería ser la opción ideal. A fin de “cuentas”, su funcionamiento es amplio y bastaría esa única cuenta para domiciliar tus pagos y facturaciones.
Si esto no fuera posible porque no devengas un ingreso de forma recurrente, tu segunda opción sería la de una cuenta de ahorros. De funcionamiento parecido, de rentabilidad parecida, de beneficios parecidos, con la única salvedad de no poder domiciliar tus pagos y gastos recurrentes. Situación que se puede resolver con la inclusión de una cuenta corriente.
De hecho, la mayoría de las personas utilizan esta combinación de cuenta de ahorro y cuenta corriente. El aumento del trabajo por cuenta propia y el emprendimiento en solitario reforzó la utilización de estas cuentas en simultáneo.
Como se dijo anteriormente: depende. Cada caso es único y debe ser tratado con seriedad. Por eso, analizar y comparar los tipos de cuenta ofrecidos por cada entidad bancaria es fundamental. Algunos necesitan movilidad, pero otros sólo necesitan la comodidad de poder pagar todo de forma automatizada cada mes. Analizar, comparar y tomar la decisión. De por sí, las cuentas bancarias son una necesidad primaria en la actualidad.
¿Qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de abrir nuestra propia cuenta bancaria?
Un aspecto que es primordial a la hora de tener una cuenta bancaria en cualquier banco es preguntar, repreguntar y, sobretodo, entender la letra pequeña de todos los contratos que vayamos a firmar con dicha entidad bancaria para abrir nuestra cuenta bancaria, ya que la aparición de comisiones y el cobro de las mismas se puede convertir en nuestra peor pesadilla.
La historia de las cuentas bancarias es fácil: las entidades bancarias te dan una serie de servicios, como por ejemplo la posibilidad de tener una tarjeta de crédito o débito, a cambio de hacer depósitos en su banco pero, obviamente, no es suficiente con depositar tu dinero, lo suyo es quitarte un poco de tus depósitos y esto lo hacen mediante comisiones, por ejemplo, por mantenimiento de la cuenta o de la tarjeta, comisiones que aceptamos a la hora de firmar, por lo que tenemos que estar atentos y atentas a estos pequeños detalles.
Cada entidad bancaria trabaja con sus propias comisiones y términos, por lo que nuestro trabajo es comparar las cuentas bancarias de unos y otros y quedarnos con aquella que se ajuste mejor a nuestras necesidades o a aquellos ingresos que tenemos y pueden hacer frente a esas comisiones.
Aunque puede que no te lo creas, hay cajas y bancos que no cobran comisiones, por lo que sólo tienes que encontrarlos. Una manera de que esto ocurra es, por ejemplo, que nuestra cuenta bancaria sea completamente on line, es decir, que nuestras transacciones, nuestras retiradas y depósitos sean a través de una aplicación móvil o una página web.
Tipos de Cuentas Bancarias
Normalmente, se trabaja con tres tipos de cuentas bancarias y las personas, ya sea por el tipo de comisiones, la rentabilidad u otros motivos, eligen una u otra. No hay un tipo de cuenta bancaria que sea más importante que otra o que esté en un mayor auge, lo que sí se está haciendo es tener más de una cuenta bancaria y combinar más de un tipo.
Por un lado, tenemos las cuentas de ahorro o también llamadas cuentas remuneradas, en la que nuestros depósitos nos pueden ofrecer una rentabilidad, más o menos baja, aunque están disponibles en todo momento para nuestras operaciones y lo que deseemos hacer con ellos.
También tenemos las cuentas nómina, muy utilizadas por todos aquellos que tienen un trabajo medianamente estable, y deciden domiciliar su nómina o hacer mínimo un ingreso mensual sin que sea una cantidad estipulada, con grandes ventajas para el titular por parte del banco.
Por último, nos encontramos también con las cuentas corrientes que hoy en día suelen ser cuentas bancarias sin comisiones. Normalmente Estas cuentas bancarias son las más queridas y buscadas por los usuarios de bancos ya que nos ofrecen un mantenimiento gratuito y nos permiten realizar la mayor parte de nuestras operaciones diarias sin coste alguno, ya sea mediante una aplicación de la propia entidad bancaria, utilizando nuestro teléfono móvil junto a sus cajeros automáticos, etc.
Las Cuentas nómina
La mayoría de las personas en edad laboral activa tienen a las cuentas nómina como su primera experiencia en lo referido a una cuenta bancaria. Como su nombre lo indica, su principal funcionamiento radica en la recepción de pagos por concepto de nómina o salario mensual por parte de otras empresas o entidades. Aunque no es excluyente, suelen asociarse a los trabajadores por cuenta ajena.
Entre sus principales beneficios están las tasas de interés, que son mucho mayores a las que ofrecen algunas cuentas remuneradas; la no cobranza de gastos por concepto de mantenimiento; el ofrecimiento de una tarjeta de débito desde el primer momento; y muchas posibilidades de optar a créditos por parte de la misma entidad bancaria.
Es conveniente optar a tarjetas de crédito o préstamos a través de cuentas nómina porque los requisitos son mucho menores, ya que a través de este tipo de cuentas los bancos tienen mucha información fidedigna acerca de la salud financiera y laboral de cada cliente.
Las cuentas de ahorro
Las cuentas de ahorro, también llamadas cuentas remuneradas, son la opción más sencilla de aperturar y más concurrida en torno a los particulares. Su principal diferencia con respecto a las cuentas de nómina es que el banco nunca exigirá un monto mínimo ni la entrada de un pago mensual por concepto de salario. Suelen ofrecer tasas de interés bastante atractivas y que se incrementan de acuerdo al monto disponible en la cuenta.
La principal ventaja de una cuenta de ahorro es que el dinero siempre estará disponible para cuando el cliente lo necesite. Del mismo modo, se pueden domiciliar todos los pagos y gastos recurrentes que la persona mantenga, bien se trate de préstamos, tarjetas de crédito, facturación de servicios o pagos recurrentes a otras personas.
Aunque suele haber promociones en lo que se refiere al rendimiento obtenido cada mes, su tasa de interés es mucho menor a la ofrecida por una cuenta de depósitos a plazo, por ejemplo.
Cuentas corrientes
Las cuentas corrientes son una de las opciones preferidas para los que necesitan de la movilidad. Esta movilidad es ofrecida por cada entidad bancaria de diferentes maneras, aunque suelen siempre identificarse por la suministración de tarjetas de débito y cheques. Así, el dinero siempre está disponible para el cliente y en diferentes canales.
Las cuentas corrientes ofrecen también mayores disponibilidades de dinero para pagos a otras personas o para retiros por cajeros automáticos. Sin embargo, necesitan de un pago por concepto de mantenimiento mensual. Es allí donde los comparadores de cuentas entran en escena y vislumbran la mejor opción para cada interesado.