Los acreedores no pueden cobrar las deudas en cualquier momento o eternamente, ya que las deudas prescriben y, una vez prescritas, estas no podrán ser reclamadas. Así pues, los acreedores deberán darse prisa y ser diligentes en lo que a la reclamación del cobro de las deudas se refiere.
Indice
Cuándo prescribe una deuda según el Código Civil
Regulado en el artículo 1964 del Código Civil y en la Ley 42/2015 de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil, las deudas hipotecarias prescribirán cuando pase determinado plazo de tiempo, dependiendo de la naturaleza de las mismas.
Con la entrada en vigor de la Ley 42/2015 el artículo 1964 del Código Civil sufre una modificación, de forma que el plazo de prescripción para las deudas hipotecarias es de 20 años y las deudas personales pasan a prescribir en un plazo de 15 años a hacerlo en un periodo de 5 años.
En cualquier caso, se ha de tener en cuenta que una deuda se extingue cuando se paga o cuando prescribe. En este segundo caso ocurre que el acreedor no hace nada, no reclama el dinero que el deudor le debe. Así, para que una deuda prescriba han de darse dos condiciones:
- El acreedor no ha ejercido ninguna acción judicial o extrajudicial para reclamar la deuda, ya que solo a ejerciendo alguna de estas se interrumpiría el plazo de prescripción.
- El deudor no ha aceptado ni reconocido la deuda mediante el pago de la misma.
Una vez la deuda ha prescrito, el acreedor no podrá reclamarlas, y el deudor no tiene obligación de pagar tal cantidad.
Prescripción de deudas por tipo
Dependiendo de la naturaleza de la deuda, el plazo de prescripción será más o menos extenso.
Deudas hipotecarias
Este tipo de deudas prescribirán en un plazo de 20 años desde su fecha de vencimiento. No obstante, que prescriban este tipo de deudas es bastante improbable, ya que las entidades bancarias suelen embargar la vivienda y sacarla a subasta en caso de impago mucho antes de que venza el plazo de prescripción. En cualquier caso, es fundamental conocer cuándo prescribe una deuda con una financiera o cuando prescribe una deuda con un banco, aunque esto dependerá del tipo de deuda de que se trate.
Deudas con Hacienda y con la Seguridad Social
Este tipo de deudas prescriben a los 4 años, de acuerdo con la Ley General Tributaria y con la Ley General de la Seguridad Social. No obstante, en el caso de las deudas con la Seguridad Social se ha de estar muy atento, ya que el plazo de prescripción podría variar dependiendo de la naturaleza de la deuda que nos exija la Seguridad Social.
Deudas de tarjeta de crédito, préstamos personales o alquiler
En este caso, las deudas prescribirán a los 5 años, ya que resulta de aplicación la norma general al proceder dicha deuda de un contrato personal. No obstante, estas no suelen prescribir porque la entidad financiera o bancaria suelen reclamar la deuda antes, de forma que se interrumpe el plazo de prescripción.
Lo mismo ocurre con las deudas que provengan de un contrato personal o de un préstamo personal, ya que, al provenir de contratos personales, también prescribirán a los 5 años.
¿Cuándo puedo volver a financiarme una vez prescrita la deuda?
Cuando tenemos una deuda podemos aparecer en diferentes ficheros de morosos tales como ASNEF, CIRBE, RAI o ICIRED. A la información de estos ficheros tendrán acceso diferentes entidades financieras y bancarias.
De hecho, este tipo de entidades suelen comprobar que los clientes que solicitan un préstamo no están inscritos en estos ficheros. Es por ello de vital importancia no aparecer en estos ficheros. En cualquier caso, la ley exige que los datos inscritos en los ficheros de morosos sean eliminados transcurridos 6 años, plazo a partir del cual podrás conseguir financiación sin problema.
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- Créditos con ASNEF: créditos a los que podrás acceder aunque estés inscrito como moroso en el fichero ASNEF.
- Créditos sin papeles: créditos rápidos y sin papeleos. Muy sencillos de solicitar.
Sin duda, conocer los plazos de prescripción de las deudas es de vital importancia tanto para el acreedor, quien no deberá dejar pasar el tiempo sin reclamarla o podría perder el dinero; como para el deudor, quien deberá conocer cuándo prescriben para beneficiarse de tal prescripción.